Cuando me compre mi primera cámara, era de segunda mano por supuesto, me regalaron un rollo par probarla. Creo recordar que de camino a casa me encontré con Heliana, la convencí de que fuera mi modelo y compre un corazón en la Placita de las Flores. Sí, así es Medellín, trip, trip, trip…
“El candado de las represas no se abre con parpadeos en el subconsciente:es la muerte, con su ritmo quedo, la que trae las pérfidas serpientesa la sala de los pasos marcados por un no importa qué, Dios o hadoque es el nombre de las pieles cambiantes.”