En estos días en los que tenemos aplicaciones como Instagram o los equipos como la LOMO LC-A, estamos acostumbrados a ese estilo saturado, granuloso y contrastado que tanto divierte a los internautas. Pero hace 14 años la verdad es que no.
El proceso necesario de revelado de una foto en blanco y negro requiere que primero se neutralice la sensibilidad a la luz del negativo. Es un paso delicado que si se hace mal produce defectos como el que podéis ver en la siguiente foto.
Una de las fotografías nacida de la última sesión que tuve con la escultural Sandra.