Cuando me compre mi primera cámara, era de segunda mano por supuesto, me regalaron un rollo par probarla. Creo recordar que de camino a casa me encontré con Heliana, la convencí de que fuera mi modelo y compre un corazón en la Placita de las Flores. Sí, así es Medellín, trip, trip, trip…
Me encantan los defectos de la óptica de mi cámara Zenit EM, que combinados con la expresividad y belleza de Tatiana, han resultado en mis mejores fotos.
Cuando veo esta foto de la excepcional Tatiana siempre me viene a la cabeza un tema de Smashing Pumpkins (uno de mis grupos favoritos), se trata de 1979.