La hermosa Natalia no es consciente de su belleza. Con unos vivaces ojos verdes y una piel como la porcelana es una de las chicas más guapas que he conocido. También una de las más inteligentes y una gran luchadora por los derechos de aquellos más desvalidos.
“El candado de las represas no se abre con parpadeos en el subconsciente:es la muerte, con su ritmo quedo, la que trae las pérfidas serpientesa la sala de los pasos marcados por un no importa qué, Dios o hadoque es el nombre de las pieles cambiantes.”