Mis primeras fotos con una cámara réflex, que una amiga me consiguió prestada, fueron un pequeño desastre. Básicamente porque entendí el funcionamiento de la cámara exactamente al revés de como era y porque no se me ocurrió nada menos difícil que usar una película ISO 800.
Existen fotos que parecen hablar por si mismas. Esta es una de ellas.
Siempre me ha gustado la luz natural, los interiores y las modelos sin maquillaje. No me manejo bien con el sol de mediodía, las salas bien iluminadas de los estudios o el glamour. Prefiero las personas a los paisajes o los animales. Me parece que una foto sin una persona en ella esta incompleta. Para mi el árbol no ha caído.