Dos horas más tarde el crisol ardía al rojo, el vapor emanaba lentamente de su interior impregnando todo el aire de la llanura, alejándose hacia el norte. Las vetas rojas del firmamento fueron cediendo a los tonos gris violáceo de un cielo que poco a poco tejía un manto para la nueva era de los sueños.
Pilar es una criatura delicada, reservada y muy pálida. Parecía como la niña extraña y reservada de un cuento gótico. Uno de esos personajes que guardan un oscuro secreto.
En navidad Medellín se llena de las luces más espectaculares que podáis soñar. Estas dos fotografías fueron tomadas con una película normal y sin trípode con mi,si mal no recuerdo, Nikon F hace ya más de diez años.