En navidad Medellín se llena de las luces más espectaculares que podáis soñar. Estas dos fotografías fueron tomadas con una película normal y sin trípode con mi,si mal no recuerdo, Nikon F hace ya más de diez años.
Marciana iba vestida con una camisa blanca, vaporosa, y estrenó sus gafas de sol. Era un perfecto día de verano. Las mujeres olían a rosas y sus palabras se iban con el viento, con el humo de los cigarrillos. Las palabras olían a cerveza y la gente se tomaba fotografías con brandy.
Esta foto tiene algo muy especial, y es que no existe interior en la ventana que abre el niño. Casi da la impresión de que uno, el observador quien esta encerrado, mientras el niño simplemente se ha asomado a ver que hay dentro de la caja.